El gobierno de Enrique Carbó acompaña y acompañará siempre el 8 de marzo
El día de la fecha no se festeja, sino que se conmemora una lucha histórica de reivindicación e igualdad. Debemos recordar que el día de la mujer se universaliza y comienza a aparecer en los calendarios, a partir de la organización de las mujeres como movimiento revolucionario.
Como consecuencia de una sumatoria de sucesivo hechos decisivos en el cual las mujeres salieron a las calles a luchar por sus derechos y en reclamo por ocupar el lugar que les corresponde.
El día de la mujer es consecuencia de una lucha sin límites; de un movimiento colectivo por mejorar la situación social y política de la mujer. Abriéndose paso entre la hostilidad de un mundo machista y heteropatriarcal.
Desde principios del siglo XX, comienzan las primeras movilizaciones y manifestaciones masivas de grupos de mujeres que reclamaban mejoras en sus condiciones laborales, que apuntaban, ni más ni menos, a igualar las condiciones laborales de los hombres (hay que tener en cuenta que una mujer percibía menor remuneración por el mismo trabajo, y generalmente hacia los trabajos más insalubres y tenía jornadas laborales más extensas; tampoco estaba contemplada las licencias por maternidad o cuidado de sus hijos), a lo cual, rápidamente se le sumaron otras reivindicaciones que apuntaban a equiparar las condiciones de vida de la mujer con respecto al hombre, esto incluía igualdad ante la ley, acceso a educación superior y a cargos de jerarquía, derecho a sufragio, entre otras.
Poco a poco, gracias a la promoción de igualdad de derechos y a la extensión del movimiento feminista, comenzaron a realizarse mítines para fortalecer la lucha y se instaló (sobre todo gracias a los sindicatos de las mujeres trabajadores) una tradición revolucionaria que, con el correr del tiempo, fueron ganando mayor visibilidad y reconocimiento de diferentes instituciones políticas y organismos internacionales.
Muy lentamente, fueron conquistando espacios y fortalecieron su posición en espacios de poder, logrando legitimar su lucha. Demostrando grandescapacidades e idoneidad en cada una de las áreas que fueron conquistando.
Combatiendo discursos descalificativos, redoblando la apuesta y construyendo conciencia.
No obstante, la feminidad siempre fue silenciada, a pesar de participar en innumerables hechos históricos. Siempre fue apuntada como el sexo débil, a pesar de sostener gran parte de todo lo que conocemos; a pesar de todas sus luchas y reivindicaciones. La feminidad siempre fue cosificada, representando solo un objeto de deseo o de posesión.
Por esta razón, hoy hacemos memoria. Es un día para recordar, conmemorar y reafirmar una lucha que inicio hace mucho tiempo y aún sigue vigente, porque a pesar de todos los avances que se han logrado con su lucha, aún queda mucho camino por recorrer y es esencial que cada uno de nosotros lo tengamos presente en nuestra vida cotidiana, para poder vivir en una sociedad más justa, igualitaria, equitativa, participativa y democrática.
